La importancia de la limpieza para mantener la piel hidratada
Desmaquillar y limpiar la piel es el paso básico para devolver la piel a un estado equilibrado, para que vuelva a estar radiante. Hay dos buenas razones para seguir un ritual de limpieza hidratante cuidadosamente elegido.
1. Limpiar la piel sin deshidratarla
Los productos de limpieza que se adaptan a tu tipo de piel no deben crear ni agravar posibles problemas de deshidratación. Olvídate de los limpiadores agresivos que eliminan. Elige uno suave que respete el equilibrio natural de tu piel, o mejor aún, que contribuya a hidratarla.
2. Prepara la piel para los productos de cuidado
El rendimiento de cualquier producto de cuidado que utilices, sérums o cremas, depende en gran medida del estado de hidratación de tu piel. Limpiar bien significa crear las condiciones óptimas para que tu piel se beneficie plenamente de los ingredientes activos que apliques después.
Es mejor elegir productos desmaquillantes y limpiadores que no deshidraten la piel, pero que sean eficaces para eliminar:
- residuos no deseados (cosméticos, transpiración...),
- exceso de aceites (sebo, contaminación...),
- e impurezas (contaminación, polvo...).
El agua micelar HYDRABIO H2O de BIODERMA está especialmente formulada para pieles carentes de hidratación. Limpia, desmaquilla e hidrata la piel respetando la película hidrolipídica y manteniendo el equilibrio. La piel está limpia, sin ninguna película grasa, lista para una crema hidratante que se aplica justo después.
¿Es necesario exfoliar la piel deshidratada?
La dulzura y la moderación son las dos palabras clave para esta parte esencial de su rutina de cuidado.
La exfoliación elimina las impurezas, así como las células muertas que obstruyen los poros y perturban el funcionamiento normal de la piel. Es una fase que prepara bien la piel para que se beneficie plenamente de las cremas hidratantes. Sin embargo, exfoliar la piel deshidratada todos los días puede debilitarla y sensibilizarla.