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Protección solar para el cuerpo

BIODERMA ha desarrollado una gama completa de productos para el cuidado solar, para que puedas disfrutar del sol mientras proteges tu piel de los daños causados por los rayos UVA y UVB. 

Nuestra gama Photoderm incluye productos para el cuerpo diseñados para satisfacer las necesidades de diferentes tipos de piel, edades y condiciones ambientales. 

Protegen, calman y realzan la piel, asegurando un verano seguro y placentero para toda la familia. 

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Preguntas Frecuentes

 

  • Los protectores solares contienen filtros químicos y/o minerales para proteger la piel de los efectos de los rayos UV. Los filtros químicos absorben los rayos UV, impidiendo que penetren en la piel. Algunos se enfocan a los rayos UVA, otros a los UVB. También hay filtros que protegen de ambos. BIODERMA ha seleccionado filtros químicos que ofrecen altos niveles de seguridad y el mínimo daño a los ecosistemas naturales. Los filtros minerales actúan como un escudo, reflejando o dispersando los rayos UV. Algunos se centran en las pieles muy sensibles, propensas a irritaciones y reacciones alérgicas.
  • Además de esta protección externa, la gama de protección solar Photoderm de BIODERMA está formulada con la tecnología Sun Active Defense, que desencadena una acción biológica e interna complementaria diseñada para estimular los mecanismos de defensa naturales de la piel. Algunos protectores solares Photoderm también contienen ingredientes hidratantes que ayudan a la piel a mantener un equilibrio de hidratación óptimo.

La efectividad de la protección solar depende en gran medida de la cantidad de producto que se aplique sobre la piel. La recomendación oficial de la Skin Cancer Foundation es aplicar 2 mg de protector solar por centímetro cuadrado de piel. Para un adulto, esto significa 5 ml (aproximadamente una cucharadita) por cada brazo, pierna, parte delantera del cuerpo, parte trasera del cuerpo y cara (incluidos cuello y orejas). Eso equivale a un total de 35 ml (aproximadamente siete cucharaditas) para una aplicación en todo el cuerpo.

 

Los protectores solares faciales y corporales tienen las mismas propiedades contra los daños causados por los rayos UV, por lo que pueden utilizarse en todas las zonas de la piel expuestas. Se pueden utilizar en todas las zonas de la piel expuestas, sin embargo, algunos productos solares -como los de la gama Photoderm de BIODERMA tienen beneficios adicionales diseñados para satisfacer necesidades específicas del rostro o el cuerpo, como la regulación del sebo para la piel grasa, la prevención de imperfecciones para la piel con tendencia acneica o una tolerancia muy alta para la piel sensible y reactiva. Algunas personas encuentran más fácil y práctico utilizar formatos en spray para el cuerpo y en crema para el rostro.

 

Todos los protectores solares tienen una fecha de caducidad, y utilizarlos dentro de ese plazo garantiza que conserven todas sus propiedades.

Pasado este periodo, la eficacia de los filtros UV no será necesariamente la misma. Si tu protector solar ha estado abierto o expuesto al calor, los rayos UV, las bacterias o la humedad, es mejor que lo cambies al menos una vez al año, aunque la fecha de caducidad siga siendo válida. La protección ofrecida puede verse disminuida por las condiciones de almacenamiento o la contaminación.

 

Los rayos del sol pueden ser agresivos y estresar la piel, desde quemaduras, envejecimiento prematuro, alergias, alteraciones celulares e incluso hasta riesgo de cáncer de piel. Cuando nos exponemos al sol durante periodos de tiempo prolongados o repetidos, los mecanismos de defensa naturales del organismo se vuelven insuficientes. Por ello, es esencial proteger la piel del sol para evitar daños a corto y largo plazo. Esta protección implica la aplicación de protector solar en todas las zonas expuestas y el uso de ropa protectora, sombrero y lentes de sol.

 

Esto nos afecta a todos y a cualquier edad. Es especialmente importante para los bebés y los niños, ya que su piel es muy vulnerable y no está preparada para defenderse de los daños del sol. Las personas de piel clara también deben aplicarse protección solar cada vez que se expongan al sol para evitar quemaduras, incluso durante periodos cortos. Aunque tengas la piel morena, sigues corriendo algunos riesgos. Todo el mundo tiene un "capital solar" que se va agotando con la exposición al sol a lo largo del tiempo. Aplicarte protección solar sigue siendo la mejor manera de proteger la piel y evitar daños, además es una buena idea utilizar un producto para para rehidratar la piel cuando se ha estado al sol.

 

FPS se refiere al «factor de protección solar» y se define mediante un número: FPS15, FPS30, FPS50 o FPS50+. El FPS indica el nivel de protección contra los rayos UVB, los causantes de las quemaduras solares..

 

Mientras más alto es el número, mayor es la protección. El número corresponde al tiempo adicional de exposición a los rayos UVB sin que la piel se queme. Se calcula que, según el fototipo, la piel empieza a enrojecerse después de 15 a 20 minutos sin protección.

 

Con FPS30, este tiempo se multiplica por 30. No obstante, en la práctica, nadar, frotarse con arena o toallas y sudar reducen considerablemente esta protección, por lo que es esencial volver a aplicar el protector solar con regularidad. No olvides que el FPS sólo se refiere a la protección frente a los rayos UVB. Los productos de protección solar eficaces también deben proteger frente a los rayos UVA.