¿QUÉ FACTORES JUEGAN UN PAPEL IMPORTANTE EN LA CICATRIZACIÓN?
La calidad regenerativa de la piel varía de persona en persona, pero en todos los casos hay factores que juegan un papel importante cuando sucede la cicatrización.
En primer lugar, es esencial tomar en cuenta la topografía de la cicatriz. Algunas áreas del cuerpo cicatrizan menos eficientemente que otras. Por lo tanto, una herida situada en la espalda o en el pecho presenta mayor riesgo de separación de bordes con cicatrices hipertróficas o queloides.
Las heridas que se encuentran en la rodilla y el tobillo, por ejemplo, también requieren tiempo para sanar. Es esencial seguirlas con atención y atenderlas con regularidad para lograr una correcta cicatrización, pues éstas son articulaciones que, por su función y ubicación anatómica, pueden complicar la correcta unión de la piel.
Por otro lado, los antecedentes genéticos también juegan un papel muy importante. Es necesario verificar siempre cómo han evolucionado las cicatrices anteriores para evaluar el riesgo de una mala cicatrización. De hecho, no hay que olvidar que no todo termina una vez que la cicatriz se cierra. El proceso de cicatrización se cuenta en meses y varía de un individuo a otro.
¿CÓMO CUIDAR LA PIEL DAÑADA Y FAVORECER UNA BUENA CICATRIZACIÓN?
Una vez cerrada la herida, deben tomarse ciertas precauciones durante varios meses. Dependiendo de la zona del cuerpo donde se encuentre la cicatriz, se debe cuidar de no aplicar demasiada presión sobre ella.
Por ejemplo, no apoyar cosas pesadas cuando la cicatriz se encuentra en la espalda, por el riesgo de separación de los bordes, fenómeno conocido como la desunión de la sutura.
La cicatriz debe evolucionar de la forma más natural posible, pero el uso de algunos productos pueden reducir la formación de costras, comezón, dolor y otros factores que pueden mejorar la calidad de la cicatrización.
Por último, es esencial utilizar un protector solar que cuente con un alto grado de fotoprotección y aplicarla regularmente para conseguir una buena defensa contra los rayos UV.
Se recomienda llevar a cabo esta medida, ya que una piel dañada y expuesta a los rayos UV presenta un alto riesgo de hiperpigmentación posterior a la cicatrización.
La protección solar no sólo debe garantizarse durante el verano, ya que los rayos UV están presentes durante todo el año, pasando incluso a través de las nubes, los cristales, el coche, etc. El riesgo de hiperpigmentación sigue siendo real durante 6 meses y puede durar hasta 2 años.
Para combatir los rayos UV, nuestra marca ofrece productos como la gama de protección solar Photoderm de Bioderma.